El Impuesto a los Débitos y Créditos en Cta Cte (conocido como “impuesto al cheque”) constituye una penalidad por utilizar el sistema financiero, que pagan las personas y empresas sobre sus operaciones comerciales bancarizadas. Cada vez que una persona o empresa reciba un crédito o realice un pago o trasferencia (débito), debe pagar automáticamente un 0,6 % del monto total. Es decir que cada vez que una empresa o persona recibe un pago por actividad comercial, terminará pagando un 1,2 % del mismo en concepto de “impuesto al cheque”.
Este impuesto significa una pesada carga para empresas y personas y un desincentivo para formalizar las operaciones en el sistema financiero. Si un pago se hace por vía bancaria tendrá un costo extra de 1,2% en concepto de impuesto al cheque. En cambio si se hace en efectivo ese impuesto no se paga. Este desincentivo a ingresar los fondos al sistema financiero, explica en gran parte lo bajo que es el crédito bancario en argentina comparado con otros países.
Existe un amplio consenso que este es un impuesto distorsivo, que fomenta la informalidad en de las operaciones bancarias. Además, para poder sacar la mayor recaudación posible de este tributo, el BCRA prohíbe el endoso de los cheques, lo que a su vez afecta el funcionamiento del cheque como instrumento de pago transferible.
Pero además de ser un impuesto distorsivo, su alícuota es alta. Los clientes de los bancos, en su mayoría individuos y Pymes, le pagarán al fisco $230.000 millones en 2018, extrapolando los datos a noviembre 2018. Esto equivale al doble de la masa salarial de todo el sistema financiero. Para tener una idea el peso que significa este impuesto para los usuarios de los bancos, basta mencionar que este impuesto recauda lo mismo que la suma de: los derechos de exportación (retenciones), Derechos de Importación y Tasa Estadística y, Bienes personales. (ver tabla). No existen impuestos comparables en otros países. Este “impuesto de emergencia” ya lleva mas de 15 años; la última reforma tributaria permite tomar una parte de este tributo a cuenta del impuesto a las ganancias. Está previsto que, en 5 años, pueda tomarse totalmente a cuenta del impuesto a las ganancias. Es la primera medida en el sentido correcto desde la entrada en vigencia de este impuesto, sin embargo, la solución efectiva y de fondo es su eliminación, tan pronto las condiciones fiscales así lo permitan.