Tras la salida de Luis Caputo y la llegada de Guido Sandleris a la presidencia del BCRA, la entidad anunció que a partir del 01/10/18 implementará un nuevo esquema de política monetaria que permitirá bajar la inflación y recuperar un ancla nominal para la economía. Específicamente, la entidad se comprometió a no aumentar el nivel de la base monetaria hasta junio/19. Esta meta implica una importante contracción monetaria, ya que la base monetaria ha mostrado una expansión superior a 2% mensual en los últimos meses. Adicionalmente, indicadores preliminares anticipan que la inflación de septiembre será elevada y en los meses siguientes todavía se verificará un traspaso a precios de la suba del tipo de cambio de agosto/18. Por lo tanto, la base monetaria se estará contrayendo fuertemente en términos reales en los próximos meses. Se informó que la base monetaria objetivo se ajustará con la estacionalidad de los meses de diciembre y junio, cuando se incrementa la demanda de dinero y que la meta monetaria será implementada mediante operaciones diarias de Letras de Liquidez (LELIQ) con los bancos. De todas maneras, hasta que no se vea evidencia de una definitiva desaceleración inflacionaria, el BCRA se compromete a mantener la tasa mínima de las LELIQ al 60%. Y la meta monetaria se complementa con la definición de zonas de intervención y no intervención cambiaria. La zona de no intervención se define inicialmente entre $34 y $44, la cual se ajustará diariamente a una tasa de 3% mensual hasta fin de año y se recalibrará al comienzo del año próximo. En el caso que el tipo de cambio se encuentre por encima de la zona de no intervención, el BCRA realizará ventas diarias de moneda extranjera por hasta US$ 150 millones.